El Resplandor: Un Recorrido por los pasillos del Overlook

by Walalencio · marzo 16, 2020

Stephen King es considerado un maestro del terror, escritor que ha logrado una gran venta de sus obras, adaptaciones a cine y televisión, sus historias nos invaden y nos hacen desde aterrorizar hasta emocionarnos con sus personajes, pero no siempre fue así, Carrie le entregó la oportunidad y King la tomó, en la década del 70`nos llevó de paseo a un lejano hotel, donde sus pasillos y secretos se fueron descifrando al pasar de las paginas, El Resplandor nos adentra al Overlook y a la Oscuridad humana, el peor de los monstruos.

La Familia Torrance esta compuesta por Jack y Wendy, junto a su pequeño hijo, Danny. Jack esta buscando conseguir un empleo que pueda sostener a su familia, ya que su condición de alcohólico y problemas de genio provocó la perdida de su cargo como profesor y Wendy quedó indecisa ante la posición de su esposo con su vida, por ello el mayor de los Torrance se compromete al cambio y acepta la oportunidad de cuidar por una temporada el prestigioso Hotel Overlook, lo cual para muchos podrá ser un sueño, pero para otros una pesadilla.

Si bien Jack no es un héroe o un villano, posee características que implicaría ubicarlo entremedio de ambos conceptos, ya que el humano es el ser que si bien posee «más» razonamiento, también es el que puede llegar a atentar contra su propia especie a voluntad, entre otras atrocidades, por lo que vemos un reflejo de lo que exponencialmente somos como sociedad en Jack, pero no es todo terrible, si bien posee un problema de bebida, se nota el amor hacia su familia y que ante la desesperación sólo busca lo mejor para ella, y en ese momento es cuidar el Overlook. En las paginas se muestra un deterioro pausado en la psiquis de nuestro personaje, por lo que la amenaza no es algo evidente en los primeros capítulos del libro, pero con su paso vamos sintiendo sus inseguridades, ansiedades y temores, tal como si fuéramos nosotros quienes deben cuidar dicho hotel.

Danny posee un peculiar don llamado por Mike, El Resplandor, todos resplandecemos, pero unos más que otros. Danny posee un gran resplandor que logró despertar a las criaturas, los recuerdos y la oscuridad que invaden los pasillos y habitaciones del hotel, por lo que será víctima de una amenaza progresiva, que intenta mucho más que asustarlo, intenta utilizarlo, por lo que el pequeño infante tendrá que vivir una odisea para poder sobrevivir día a día junto a su madre y padre, por lo que será lo que nos guiará como lectores a descubrir los misterios de cada habitación y pasillo escondido en Overlook, puedes ir al gran salón a bailar o tomar un pequeño descanso en el baño de la 217.

El Resplandor es literal una invitación a vivir ese invierno con los Torrance, te hacen participe como un omnisciente de la claustrofobia del lugar, la soledad en los pasillos y el constante sentimiento de asecho hacia tu persona, después de pasar las primeras 300 paginas, el hotel no te dará descanso y será cada vez más invasivo, logrando que tu ambiente se silencie y sólo escuches tu respiración junto a tus pasos en el hotel mientras pasas cada pagina, lo que será una tensión que no encontrará fin hasta la última página o ¿no?.

Stephen King reconoció publicamente que sufrió problemas con diversas drogas, como el alcohol, la cocaína, entre otras, por lo que la lectura de Jack y su comportamiento hacia su familia puede llegar a tratarse de una auto-escritura para liberar los demonios internos de ese momento, por lo que hasta el hotel puede ser su propia mente en esta interpretación.

La adaptación cinematográfica fue llevada a cabo por uno de los maestros, Stanley Kubrick, que realmente entendió la esencia del relato y logró transformarlo en un icono del terror de la pantalla grande, por lo que hasta el día de hoy es una de las grandes entregas que nos ha dado el cine, pero su autor no opinó lo mismo, si bien con el tiempo entendió lo que debía ser una adaptación y podía implicar cambios, la interpretación de Jack Nicholson le pareció seguir siempre igual, planteando que desde el primer momento que vemos al personaje en pantalla ya podemos ver su «maldad», eso puede ser por la mirada junto a la forma de cejas del actor, aunque eso no fue problema para la audiencia que la ovaciona hasta hoy en día, siendo tanto el relato como su adaptación iconos de su tiempo, los cuales rompen generaciones obligando a investigar que sucedió en la habitación 217.

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