Tár, la ilustración de la negación y el abuso.
La nueva entrega del director Todd Field nombrada TÁR, nos ilustra profundamente la lógica detrás de macabros males sociales a través de un bello lenguaje de audio y cámara.
La Maestro directora de orquesta mundialmente famosa Lydia Tár (Cate Blanchett), está ad portas de alcanzar el punto más alto de su carrera al grabar la última sinfonía en su versión en vivo, para lo cual tendrá que prepararse y elegir a los mejores músicos que puedan cumplir lo que busca transmitir, pero no es una tarea simple, especialmente cuando el pasado oscuro de Lydia comienza a desenredarse y acechar a ella, a su familia y a su carrera.
La obra de Field se caracteriza por un profundo trabajo subjetivo donde la trama pareciera no avanzar literalmente, pero siempre son los elementos musicales y lo oculto a simple vista lo que explican este movimiento in crescendo (entienden? porque es directora de orquesta) que nos presenta paulatinamente a nuestra protagonista, puesto que parte como una perfecta desconocida para el espectador, o quizás una figura pública, con la cual nos hacemos más íntimos mientras más minutos pasan.
Con lo anterior, podemos ver perfectamente como la evolución (o involución) valórica de Lydia, en contraste a lo presentado en un inicio es la clave para entender los problemas que se le presentan. Así, el guión de Field nos va mostrando quién realmente es Lydia Tár a través de una historia de abuso psicológico y de poder, donde sacan a relucir lo peor de una disciplina laboral y cómo las decisiones personales pueden destruir o levantar a otros. Otro tema relevante, lo cual resulta bastante interesante, es el trato de la figura del victimario, puesto que nos ilustra con detalle los efectos de la negación y la sensación de persecución detrás de esta figura, en contraste a una patológica imposibilidad de parar o asumir las culpas correspondientes, la destrucción de esa sensación de superioridad e invulnerabilidad detrás de aquellos que se aprovechan de su posición para poner a otros en jaque, teniendo repercusiones en lo profesional y lo familiar indiscriminadamente.
El filme en sí es muy reflexivo y tiene sus notas más importantes en la imagen y la música, puesto que nos intenta transmitir los malestares y paulatina decadencia de Tár, lo cual se afirma aún más con el brillante desempeño de Cate Blanchett, generando una amalgama ideal entre narrativa contextual y el rol de la protagonista al llevarnos por su historia.
No está demás señalar que, si bien tiene un ritmo narrativo algo lento, tiene una brillante ejecución de clímax, puesto que nos lleva por un círculo casi perfecto, donde se ilustra que el negacionismo y la imposibilidad de asumir las correctas responsabilidades llevan a cometer los mismos errores y una masiva destrucción de la vida personal y la de aquellos que más queremos, todo ilustrado como lentamente se levanta el telón para revelarnos el final de esta pieza.
Por eso es que desde Necro y Andes Films los invitamos a que se deslumbren con una maravillosa actuación y una historia que no es lo que parece con TÁR disponible en los cines más cercanos.
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